domingo, 26 de febrero de 2012

Apuntes sobre la Libertad V


Estoy convencido que pensar es pensar con otros, compartir perplejidades. O al menos
creo que estoy convencido de eso. Y este escrito no busca ser otra cosa que eso.
¿Libertad o destino?. Si somos libres, jamás podremos saber con certeza qué nos deparará el futuro. Si estamos predestinados, podemos conocer ese destino o no. Y este último caso, a saber, estar predestinados pero sin conocer nuestro destino, puede llevarnos a tener una falsa ilusión de libertad.
Borges diría que “no saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada”. Aunque también agrega, en “Para una versión del I Ching”, lo siguiente:
El porvenir es tan irrevocable
como el rígido ayer. No hay una cosa
que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable
cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
es la senda futura y recorrida.
Nada nos dice adiós. Nada nos deja.
No te rindas. La cárcel es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber un descuido, una hendidura,
el camino es fatal como la flecha
pero en las grietas está Dios que acecha.

viernes, 24 de febrero de 2012

Apuntes sobre la Libertad IV

La libertad, según definiciones de manual, se divide básicamente en dos: la libertad exterior, que es la libertad de todo agente extrínseco que se imponga, ya sea contra la inclinación de la naturaleza (estar atado a una cadena) o según la naturaleza (la ley de la gravedad); y la libertad interior, que es la libertad de todo principio intrínseco necesitante, ya sea psicológico o moral. Una vez hecha esta división, podemos afirmar que, pese a sus limitaciones, uno puede ser libre exteriormente sin serlo interiormente, y viceversa; libertad exterior e interior no se implican necesariamente. Como decía Epicteto: “el que conserva la libertad del cuerpo, pero tiene el alma esclava, esclavo es; pero el que conserva el alma libre, goza de absoluta libertad, aunque esté cargado de cadenas”.
Lo que nos interesa en este ensayo no es tanto la llamada libertad exterior, sino la libertad interior o también conocida como libre arbitrio (libertas arbitrii). Nosotros, bien lo sabemos, podemos obrar o no obrar, hacer algo o no hacerlo; a esto se lo llama libertad de ejercicio (libertas exercitii). Al respecto, William James decía que “cuando debes hacer una elección y no la haces, esto ya es una elección”. En cambio, y siguiendo con la lectura de los mismos manuales citados en el párrafo precedente, cuando la potencia especifica su acto al querer esto o aquello, al decidir por una u otra cosa, ejecutar este acto u otro, la llamamos libertad de especificación (libertas specificationis). Estas dos formas de libertad son claramente diferentes. Se puede tener la primera sin la segunda, pero la segunda siempre supone la primera, que es fundamental. Es obvio que si no me decidí a obrar, no puede elegir el modo de hacerlo.

martes, 21 de febrero de 2012

Apuntes sobre la Libertad III


Para tener una intuición artística del planteo podemos remitirnos a la lotería babilónica borgeana o los libretistas mundiales dolinescos. El centro de la discusión sería poder saber si somos libres o no, cuándo, cómo, porqué, para qué…
Pero sucede que la libertad no puede verse ni encontrarse, sólo puede atestiguarse. Atestiguar algo quiere decir afirmar que algo existe aunque no se pueda ver en ese momento. La libertad no se deriva. Ponerme libre significa creerme libre. Estamos en el ámbito de la creencia y no de la certeza. La libertad está condenada a atestiguarse en obras. Somos libres porque podemos arrancarnos del curso de las cosas, de las leyes de la naturaleza y de todas las necesidades. Pero es el recorrido entero de una vida el que justifica la creencia puramente formal y vacía de mis posibilidades.

lunes, 20 de febrero de 2012

Apuntes sobre la Libertad II


Durante mucho tiempo se creyó que ser libre era la posibilidad de elegir pero siempre orientada hacia el bien. Y cuando digo “se creyó” en realidad debiera decir “se impuso teóricamente una concepción, principalmente desde jerarquías eclesiásticas o grupos religiosos de poder”. Porque, gracias a Dios, uno es libre eligiendo el Cielo pero se convierte en libertino al preferir el Infierno, dicen.
Para el Pueblo, en cambio, la libertad es la posibilidad de elegir, a secas. Ni más ni menos. Porque la libertad es condición de posibilidad del problema ético, pero no implica tomar partido por ninguna de las éticas en particular. Y exigir una orientación hacia el bien significa que ya conocemos el bien, salvo que esa orientación esté sustentada en una concepción subjetivista del asunto, algo poco viable teniendo en cuenta los cultores de esa ideología.
Cambiando el ángulo de la definición, ser libre, por la negativa, sería no estar absolutamente determinado. Esto implica, en primer lugar, descartar los determinismos externos tales como movimientos de los astros, genios malignos, extraterrestres, dioses, magias, etc. Y en segundo lugar, también implica, huir de los determinismos internos, ¿psicológicos?.
Cuando un adolescente (u otro existencial etáreo) elige qué ropa comprar o qué música escuchar, ¿es libre?. Aquí debiera ingresar en escena el Mercado, algo que no ocurrirá por ahora en este escrito.

domingo, 19 de febrero de 2012

Apuntes sobre la Libertad I

Estoy aquí, sentado frente a la computadora, con una bombacha de campo, alpargatas, una chomba, mis dedos sobre el teclado, y el mate esperando, impaciente, alguna interrupción en el fluir de mi tipeo.
Y en cada tecla que desciende, hay un no al mate que se enfría. Y sólo por eso, y sólo con eso, me creo libre… en el sentido más ambiguo que se le pueda dar a la palabra creo.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Presentación


Este es un BLOG DE FILOSOFÍA.

Pero, ¿qué es la Filosofía?. No es casualidad que empecemos por una pregunta. Preguntar es propio del hombre.

En este primer post intentaremos responder este interrogante, teniendo claro que no buscamos dar una definición acabada, completa, sino generar una inquietud, acercar nociones, mostrar qué se dijo al respecto, para poder realizar una aproximación a la filosofía.

Según su definición etimológica, Filo es amor y Sophia sabiduría. ¿Saber amar?. Podría ser. Sin embargo suele optarse por “amor por la sabiduría”. Amor en cuanto deseo, búsqueda apasionada. Sabiduría referida, quizás, más al saborear las verdades que al incorporarlas, almacenarlas y repetirlas. Cuentan que Pitágoras fue el primero en utilizar esta palabra. Dicen que dijo “No soy un sofós sino un filósofo”. No soy un sabio sino un amante de la sabiduría.

Veamos otras definiciones que suelen citarse al respecto:

Ciencia que estudia todas las cosas por sus causas primeras o últimas con la sola luz natural de la razón” (de Manual).

La Metafísica o Filosofía primera es “un saber que se ocupa teoréticamente del ente en tanto ente y de las propiedades que como tal le son propias” (Aristóteles, Metafísica, Libro IV).

La principal ocupación de la filosofía es cuestionar y aclarar algunas ideas muy comunes que todos nosotros usamos cada día sin pensar sobre ellas. Un historiador puede preguntarse qué sucedió en tal momento del pasado, pero un filósofo preguntará: ¿qué es el tiempo?. Un matemático puede investigar las relaciones entre los números, pero un filósofo preguntará: ¿qué es un número?. Un físico se preguntará de qué están hechos los átomos o qué explica la gravedad, pero un filósofo preguntará: ¿cómo podemos saber que hay algo fuera de nuestras mentes?. Un psicólogo puede investigar cómo los niños aprenden un lenguaje, pero un filósofo preguntará: ¿por qué una palabra significa algo?. Cualquiera puede preguntarse si está mal colarse en el cine sin pagar, pero un filósofo preguntará: ¿por qué una acción es buena o mala?”. (Nagel, T., What does it all mean?, Oxford University Press, citado en Savater, F., Las preguntas de la vida, págs. 21-22. Barcelona, Ed. Ariel, 1999.).

"Debemos cultivar la filosofía no por las respuestas definitivas que demos a sus preguntas, pues por regla general es imposible corroborar su verdad; la filosofía debe cultivarse por las preguntas en sí mismas, porque éstas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y minan la seguridad dogmática que impide a nuestra mente abrirse a la especulación” (Bertrand Russel en Los Problemas de la Filosofía). 

"Filosofía quiere decir ir de camino. Sus preguntas son más esenciales que sus respuestas, y toda respuesta se convierte en una pregunta” (Karl Jaspers). 

El preguntar es propio del hombre. Las respuestas van variando. Nuestro conocimiento sigue avanzando, y, paradójicamente, nuestra ignorancia aumenta a su lado (o al menos la conciencia de esa ignorancia; Sábato lo llama “el porvenir de la ignorancia”). Lo que no cambia es la pregunta. Aparecerán nuevos cuestionamientos, pero los fundamentales continuarán irrumpiendo en la vida de los hombres. Las respuestas cambiarán según las épocas, pero es propio del filósofo seguir preguntando…

Algunos dicen que un filósofo es un ciego dentro de una habitación totalmente oscura buscando un sombrero negro que no existe. Más allá de la humorada, lo único cierto que les puedo decir al principio de este blog es que “la Filosofía es un camino de ida”.