martes, 21 de febrero de 2012

Apuntes sobre la Libertad III


Para tener una intuición artística del planteo podemos remitirnos a la lotería babilónica borgeana o los libretistas mundiales dolinescos. El centro de la discusión sería poder saber si somos libres o no, cuándo, cómo, porqué, para qué…
Pero sucede que la libertad no puede verse ni encontrarse, sólo puede atestiguarse. Atestiguar algo quiere decir afirmar que algo existe aunque no se pueda ver en ese momento. La libertad no se deriva. Ponerme libre significa creerme libre. Estamos en el ámbito de la creencia y no de la certeza. La libertad está condenada a atestiguarse en obras. Somos libres porque podemos arrancarnos del curso de las cosas, de las leyes de la naturaleza y de todas las necesidades. Pero es el recorrido entero de una vida el que justifica la creencia puramente formal y vacía de mis posibilidades.

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